-Antonio Gamoneda

Caer en un rostro, existir
con tu respiración y con tu boca...
Cuando tú estabas en peligro, 
tú gritaste, mas fue
en la garganta de otro ser humano;
se levantó tu cuerpo

y fue en los brazos de otro ser humano...
Entonces comprendías.
Y tu necesidad y tu dolor
no fueron nunca como antes.
Tú ya no ves signos,
ahora tú despejas todas las dudas
Y tu pensamiento no es espejo que calla;
ya es amor, y destino, y conducta y existencia...

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